Currículum In Vitro



Hoy es un día hermoso para la Cultura.
Mayúsculo para la literatura.
Un domingo para la Poesía.
Voy a referirme a Sacra Leal y a su nueva creación “Currículum In Vitro” como alguien y algo AMABLE.
No coloquialmente hablando, sino en el más profundo y real significado de la palabra AMABLE…
Aquello que se puede Amar.
Déjenme que les cuente que éste que les habla ama abiertamente a Sacra Leal y a su literatura.
La amo limpiamente, desde la pureza y el respeto más absoluto.
Porque el amor, más allá de los cortos de miras, es admiración sin límites, agradecimiento sin fronteras, amistad incondicional.
Es por esto, entre otras muchas cosas, que el día de hoy sea para mí como la lluvia que espera con ansia el campesino.
Y es por esto, entre otras muchas cosas, que hoy me siento (perdónenme por caer en el tópico del adjetivo) inmensamente feliz de estar aquí, compartiendo con ustedes, junto a los míos, este momento en el que soy casi el primer embajador que va a hablarles, no tanto de la autora (que también), sino de “Currículum In Vitro” El último milagro de Sacra Leal.
Pero permítanme que antes de entrar de lleno en la grata tarea que me ha correspondido y comenzar a hablarles del libro, reflexione con ustedes respecto a su autora.
Lejos de tener que ver con la búsqueda del reconocimiento, ella es llamada, no por una, sino por varias formas de Arte. Y desde que Sacra es Sacra, no tiene más destino que desarrollarse en tales ejercicios o morir en el intento.
Y ahora, en estos tiempos tan convulsos, revueltos e inciertos, es cuando estira con más fuerza de la soga, luchando con uñas y dientes, si es preciso, afilando la pluma para hacer de la Poesía su hacha de guerra con la facultad que algo divino le otorgó de indignarse públicamente ante el dolor que produce la vergüenza ajena de nuestro generalizado comportamiento de seres civilizados.
Hay mucho de todo esto en “Currículum In Vitro” Una “Carrera de Vida” que no es otra cosa, nada más, ni nada menos, que un punto y seguido en su dilatada carrera artística.
Una carrera tan extensa, pese a su relativa juventud que ya empieza a perdérsenos en las miras: Su Dramaturgia y su corazón laten con brío en las numerosas obras de Teatro que ha escrito, adaptado y arreglado por placer, encargo o necesidad.
En los último años escribe, dirige, ensaya y estrena un mínimo de tres funciones de Teatro al año con diferentes grupos estables.
Semanalmente redacta decenas de semillas literarias en forma de extensos, interesantes y visitadísimos artículos relativos a la Cultura y a la Educación en diferentes blogs y plataformas digitales como escritora freelance.
Además de sus tres anteriores trabajos de Poesía cerrados y publicados, hace más de diez años que nos regala a sus lectores regularmente su poesía, de manera que cientos de rubíes poéticos van quedando inmortalizados al alcance de cualquiera en ese espacio virtual y personal que ella misma construye y que un día llamó “SUPERVIVENCIA EMOCIONAL”
Guionista y moderadora en programas de Radio y Televisión.
Los años impartiendo talleres de Teatro, interpretación, escritura creatriva, poesía, poesía creativa o micropoesía entre otras muchas materias a niños y a adultos la han convertido en una docente buscadísima de reconocido prestigio.
Esto sí es un currículum. Y hemos dejado fuera esas cosas que se hacen por el placer de ayudar a los demás como las acciones de voluntariado que realiza junto a su pareja en diferentes organizaciones.
Las innumerables colaboraciones por amor al arte con ayuntamientos y entidades culturales o los casi 30 años de bagaje como actriz en Carasses Teatro.
Pues toda esta actividad, más conocida, reconocida y premiada fuera que dentro, se ve acentuada, más si cabe, como dije antes por la mecha que prenden los tiempos convulsos e inciertos en los que el mundo necesita más que nunca la voz de los Poetas.
Si algo nos ha demostrado nuestra propia historia con el devenir del tiempo es que, La CULTURA con mayúsculas es el arma más poderosa de la que puede hacer uso el ser humano para entender, asumir, relativizar, desarrollarse, superar, crear… y en definitiva vivir.
Sacra lo sabe, por eso o escribe o se muere.
Y al hilo de todo esto, Charles Bukowski, al que me encanta citar, decía: “Cuanto más me jodía el mundo y sus habitantes, yo con más rabia aporreaba la máquina con la única intención de darles por el culo a todos”
Hay mucho de esto en “Currículum In Vitro” no en el estilo, claro. Ya hubiese querido el viejo Buk al igual que Kipling para con su maravilloso “IF” haber podido jugar con riqueza que ofrece nuestra lengua frente a las limitaciones del Sajón o haber sido tocado, y lo digo desde el respeto y la admiración más absoluta, con la varita de la divinidad y la maestría con la que Sacra construye Catedrales de palabras y emociones.
Al igual que todos los grandes maestros de la literatura a los que se hace mención directa en “Currículum In Vitro”: Pedro Guerra, Juan Ramón Gimenez, Pablo Tarín, Gloria Fuertes, Antonio Santos, Cesar Vallejo, León Felipe, Teresa de Jesús, Federico García Lorca, Miguel Hernandez. Grandes, inmensos maestros, frescas y ricas fuentes de las que beber y nutrirse. También desde el cariño, el respeto y la admiración que siento por ellos y sus obras, afirmo que ya hubiesen querido muchos de ellos para sí el Don de la musicalidad que posee Sacra Leal en la palabra.
Tenemos entre nosotros “Currículum In Vitro” Un catálogo, que sin pretensión de la autora, es un magistral abecedario poético en todas sus formas.
Un decálogo de cabecera para lectores con ansias de vivir, con sed de justicia y de paz interior.
Especialmente útil para lectores conscientes de que para alcanzar dicha paz a veces es necesario alzarse en armas para luchar en una guerra contra nuestras propias emociones y sentimientos.
De la estructura, el formato del libro y de su empaque puedo contarles que guarda muchos “porqués” sin dejar nada al azar.
La autora se ha rodeado de sus próximos para que el papel de regalo que envuelve el manuscrito sea el oportuno.
Una exquisita portada de Luís Leal, con simbología, poética, y directa.
Introducción a modo de prólogo de Antonio Santos en la que su maestro y amigo plasma, como nadie lo hubiera hecho, la esencia del libro en el concentrado elixir de una pocas líneas.
Después una dedicatoria de la autora a todo el género femenino ensalzando a la mujer como máxima heroína de nuestra civilización.
Y después su tronco de contenidos. Un juego de semejanzas con cualquier currículum laboral de los que inundan en estos tiempos las oficinas de recursos humanos de cualquier empresa.
Cuatro partes claramente distinguibles:
DATOS IMPERSONALES
FORMACIÓN ANARCO-POÉTICA-ACADÉMICA
EXPERIENCIA VITAL
APTITUDES AMANTES-MENTALES
Y así, en esta original semejanza vemos que cada uno de los versos vienen a enmarcarse en alguno de estos apartados por afinidad.
En la contrasolapa, Manuel Maestre, la inquietud cultural personificada, es quien a su estilo presenta cariñosamente su bibliografía, curiosamente sin levantar ampollas ni crear conflictos. Debe ser que aquel día le pilló desprevenida la encomienda.
Y sellan la contraportada las íntimas palabras de Leticia Leal. La pequeña del clan dispara una fotografía nítida a los ojos del lector sobre el contenido de la obra.
Déjenme que les sugiera que cuando lean “Currículum In Vitro” lo hagan como el que se sumerge en la Panacea del Alquimista.
Y así, la magia de la Poesía podrá obrar en ustedes.
Podrá convertirse en el remedio que todo lo apacigua, no por que sane el mal, sino porque un gran mal que se asume y ante el que nos sobreponemos con resignación puede llegar a ser un mal menor y en el mejor de los casos hasta una bendición.
Lean “Currículum In Vitro” despacio, sin prisas, deteniéndose en cada pasaje el tiempo que su necesidad sugiera, volviendo a él las veces que sus tripas se lo pidan.
Léanlo con Fe. No con la Fe que su autora perdió en algún momento de su existencia por ser impuesta y sin fundamento para librepensadores inquietos. Sino con la Fe que sólo sirve para con uno mismo, la que ella nos muestra en una búsqueda por una senda finita guiada por el instinto, por la intuición, y por una inapagable y creciente espiritualidad que paradójicamente no hace sino situarla entre nosotros con los pies hundidos hasta las trancas en la tierra con tan sólo dos suficientes certezas o premisas: Más amor, menos egoísmo.
En “Currículum In Vitro” van a encontrar versos autobiográficos que dejarán de pertenecer a su autora en el momento que ustedes los hagan suyos.
Versos que serán maestros si ustedes llegan a ellos con voluntad de aprender.
Versos que contienen filosofía, pero no de la académica, sino de la de verdad, de la que sirve para caminar, para levantarnos por las mañanas con hambre de vida y acostarnos por las noches con sosiego agradecido.
Versos que nos enseñan a añorar con aceptación. Que nos gritan al oído que no estamos solos. Que nos abren los ojos ante lo evidente y nos muestran aquello que deberíamos amar con fervor en lugar de pasar por alto porque inconscientemente creemos que viviremos eternamente.
En “Currículum In Vitro” moran poemas de esos que son una visión elevada de cualquier paisaje o situación. Escalones superiores desde los que nos vislumbrarnos a nosotros mismos por dentro y por fuera.
Y el amor. Este poemario es el amor en todas sus formas. Tocado desde la madurez y la sensatez. Desde la hermosura de la experiencia, del tiempo y el sosiego. Con el justo impulso sexual que despierta ardientemente en el momento exacto.
“Currículum In Vitro” es un espejismo. Una trampa formidable. Una tela de araña sin escapatoria. La confusión perfecta de no saber, en ocasiones, si la voz del Poeta habla de sí misma o del propio lector de pura universalidad de la doctrina escrita.
La paradoja misma en todos los sentidos.
Y cuando la autora nos habla del pasado, no vislumbraremos sino puertas al futuro y a la esperanza. La capacidad de mostrarnos con una mueca de sonrisa, en un ejercicio magistral de interiorización como uno puede mirar hacia sus adentros con valentía y espíritu de superación y crecimiento.
En algún punto de este manojo de versos encontrarán a una Sacra Leal que desafía a la muerte mirándola muy de cerca y a las ojos. Más temerosa por lo que ama y deja que por sí misma.
Y momentos oscuros, pero hasta ellos acaban rendidos ante la luz que desprende su energía.
Y hay lucha. Mucha lucha, contra el tedio, contra la rutina, contra la inacción, contra la injusticia, contra la desigualdad.
Hay apología a la libertad y a lo femenino.
Empatía con quienes necesitan.
Desengaño y decepción por lo evidente.
Caminar sobre el desaliento, siempre digna, sin victimismo.
Errores asumidos que se acaban convirtiendo en virtud.
Hay agradecimiento desbordado.
Hay un gran sentido poético del humor.
Hay sarcasmo.
Micropoesía.
Hay un principio y un fin.
Todo esto y algo más, seguro, derramado sobre el papel entre las manos de ustedes, lectores. Felicidades.


 


Sobre esta entrada


1 pergaminos:

  1. ALATRISTE 10 de febrero de 2022, 19:53

    En otra vida nos leíamos mutuamente. Soy Ramón/Alatriste de El desván del poeta.
    Me entró la nostalgia y me puse a buscar las viejas amistades.
    Estoy en Facebook como Ramón Martínez Martín, por si quieres retomar el contacto.
    Espero que estés muy bien.
    Saludos.